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Santa Marta no debe desconocer la vocación bananera del departamento


 

El Magdalena tiene establecidas sus vocaciones como un departamento Agrícola, Turístico y de Servicios, tres ejes sobre los cuales se encamina el desarrollo económico y social del territorio.

 

La primera de estas vocaciones está conectada históricamente al sector bananero, el cual se ha desarrollado desde finales del siglo XIX, tal y como se evidencia en las reseñas históricas que narran  como en octubre de 1891, zarpó desde el Puerto de Santa Marta la nave Claribel, cargada con 45.000 racimos de banano con destino a Nueva Orleans, y que según registros oficiales, constituye la primera exportación de la fruta con fines comerciales en Colombia.

 

Desde esa época hasta la fecha, el sector bananero se ha consolidado como uno de los principales motores de la economía de la región. Su contribución no se limitó al impacto económico y social derivado de la producción y comercialización de la fruta, pues el hielo, la electricidad, el teléfono, el cine, el gramófono, la televisión, entre otros sistemas y artefactos ingresaron al país gracias al auge de esta actividad, en la que el departamento del Magdalena también es pionero.

 

Se destacan además otros importantes aportes al desarrollo local y nacional: la construcción de vías de comunicación eficientes (ferrocarril y puerto) y la creación de los distritos de riego, cuya infraestructura garantiza la irrigación y el desarrollo productivo de otros renglones agrícolas del departamento. Actualmente, las empresas y productores locales, afiliados en su mayoría a la Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira (Asbama), generan cerca de 12.800 empleos directos y 38.500 indirectos, en aproximadamente, 14.500 hectáreas cultivadas en banano de exportación que cubren el norte y la capital del Magdalena, y el sur del departamento de La Guajira.

 

A su vez, los afiliados a Asbama están comprometidos con la conservación del medio ambiente en el área de influencia de sus plantaciones, dando estricto cumplimiento a la legislación ambiental vigente de orden nacional, regional, local e internacional. Incluso, orientan su proceso de producción hacia una agricultura sostenible, ecológicamente segura. Estos estándares favorecen la obtención de productos inocuos de mayor calidad y a su vez contribuyendo a la seguridad alimentaria global, haciendo un uso eficiente y racional de factores como suelo, agua y energía.

 

Es claro que el cultivo del banano es el principal producto de exportación del Magdalena y el principal producto agrícola exportable tanto del Magdalena como de La Guajira. El sector bananero local, sólido y en crecimiento, representa el 43,7% del PIB agrícola del Magdalena y el 31,4% en el caso de La Guajira. Además, la exportación del banano cosechado en ambas zonas de producción, aporta entre USD $200 y USD $250 millones en divisas a la región.

 

Pensar hoy en cuál de las tres vocaciones debe primar es un error, pues las tres están íntimamente relacionadas y representan fortalezas únicas para Santa Marta y el departamento del Magdalena. los cultivos de banano que se desarrollan en la Zona Bananera y la zona norte de la ciudad, constituyen el sustento de, aproximadamente, 50.000 familias en la región; el turismo, un sector que se potencializa en Santa Marta, se beneficia de un sinnúmero de manifestaciones y elementos culturales materiales e inmateriales que entrañan el contexto de la zona, entre los cuales se destaca el banano como pieza fundamental de la identidad samaria y magdalenense; y los servicios que se desarrollan principalmente gracias al Puerto de Santa Marta, una terminal marítima con ubicación estratégica y atractivas condiciones naturales, que orientaron su fortaleza hacia la exportación de productos agropecuarios y en la que la agroindustria bananera local vuelve a ser protagonista, debido a que aproximadamente el 70% de la carga que sale por la terminal de contenedores del Puerto de Santa Marta es banano.

 

Durante décadas, estas vocaciones han convivido y evolucionado, fortaleciendo la economía de Santa Marta y logrando posicionarla como una de las grandes ciudades del país en distintos rubros, y que aspira a seguir creciendo. Por ende, desde Asbama le pedimos a los samarios recordar que somos tierra bananera, una ventaja que va de la mano con el desarrollo portuario y que no puede ser vista como un limitante para el desarrollo turístico, por el contrario, el banano representa la identidad de los samarios. El banano es orgullo, tradición y progreso.
 

Santa Marta no debe desconocer la vocación bananera del departamento

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